Coral Collado y la proyección del fútbol femenino

La sénior Coral Collado, criada en una familia sin afición futbolera, es la única jienense que jugó con Andalucía en un campeonato entre comunidades

Tiene 17 años y estudia el Bachillerato de Salud. Coral Collado Olmo empezó a jugar con una pelota de fútbol cuando cumplió su primera década. Le ha ido tan bien que ha pasado del Alcalá Enjoy de su tierra a la cantera del Granada, donde milita desde este curso. Ha cumplido un sueño en febrero: fue la única jiennense que defendió los colores de Andalucía en un campeonato entre comunidades celebrado en Barcelona.

“Me gusta verla jugar, pero aún no me entero muy bien de cómo va el fútbol”. Habla Purificación Olmo, la madre que ha visto cómo su hija avanzaba en el balompié en las diferentes categorías del Enjoy alcalaíno, desde benjamín hasta cadete, a las órdenes de preparadores como Antonio Lebrón “Nono”. La madre se dio cuenta de que Coral siempre jugaba en la misma posición, unos cuantos metros por delante del portero. Es central. Qué hace falta para sobrevivir en esa parcela: salida de balón, duelos aéreos y predisposición al choque. “Mis referentes son Sergio Ramos y Carles Pujol. El culé era un ejemplo como capitán”, señala la zaguera en declaraciones a Lacontradejaén.

“LAS COMPAÑERAS ME TRATARON GENIAL”

Habitual del equipo B del Granada Sénior, Collado recibió la llamada de la selección de Andalucía a comienzo de enero. Entonces tuvo la oportunidad de conocer a las compañeras y al cuerpo técnico.

La competición arrancó en febrero, y consistió en dos enfrentamientos disputados en la Ciudad Condal. Andalucía cayó por uno a cero contra Cataluña. “Nos faltó un poco de suerte”, recuerda Coral Collado. La que sí tuvieron las andaluzas contra Aragón, partido que se saldó con victoria para las verdiblancas por dos goles a uno. “Tuvimos que remontar”, apunta.

La alcalaína destaca la experiencia con sus compañeras. “Ha sido un orgullo ser la representante de Jaén. Todas nos hemos llevado fenomenal”, dice. En el horizonte hay retos. Algunos accesibles: volver a ser convocada por la selección andaluza. Y otros más complicados: que España la llame para el debut, seguir los pasos de las jienenses Celia Jiménez y Raquel Pineda.

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La jugadora de Alcalá se decantó por el Granada pese a tener ofertas de equipos jiennenses como el Úbeda y el Linares. Ahora, sus padres tienen que desplazarla a la capital nazarí dos días a la semana para los entrenos y cada fin de semana para participar en la liga, compuesta también por equipos de Almería.

Su futuro más inmediato pasa por ir contando para el equipo A, que juega en una competición más importante. “Aumenta la intensidad y la calidad de las futbolistas”, reconoce.

Sin predilección por un equipo del panorama mediático masculino, Coral se fija más en las futbolistas de Primera División, cuyos partidos ya tienen más visibilidad en la tele, señal de que el fútbol femenino despega con el empuje de clubes grandes. Barça y Atlético, sobre todo.

“El nivel aún es bajo comparado con el masculino, pero sí que está creciendo”, señala sobre su pasión. Ella también lo hace. Sabe que no puede bajar la guardia. Ni en la zaga ni con los estudios. “Puede jugar siempre que saque adelante los cursos”, tercia la madre, convertida en futbolera por el talento de la hija.