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Elady, superación y goles

Por Javier Esturillo - Marzo 26, 2019
Elady, superación y goles
Elady celebra un gol con el Cartagena. Foto: FC Cartagena

El futbolista de La Puerta de Segura es el pichichi del Grupo IV de Segunda B con el FC Cartagena, donde disfruta de la "mejor temporada" de su carrera deportiva

Hablar de Elady Zorilla (La Puerta de Segura, 1990) es volver dos décadas atrás, es regresar a una niñez donde todo es incierto menos el gusto por el balón. Son esos días en las calles del pueblo emulando a Ronaldo -el gordito-, Raúl, Ronaldinho... El fútbol en estado puro, sin reglas ni corsés tácticos, solo diversión.

El extremo izquierdo que hoy triunfa en el FC Cartagena, líder del Grupo IV de Segunda División B, creció en el balompié más modesto. Jugando a muerte en campos de tierra, césped artificial y, en contadas ocasiones, de césped natural. Alejado de los focos. Es ese en el que cada futbolista acaba la jornada con las piernas llenas de moratones por los golpes.

Y muy temprano, a la mañana siguiente de acabar un partido con el Orcera, La Puerta o Villacarrillo, Elady se montaba en la furgoneta de su padre para trabajar en la obra o recoger aceituna sin rechistar. "Siempre he sido un currante y me siento orgulloso de ello. No se me caen los anillos por nada", asegura a este periódico.

No lo ha tenido fácil. Ha sido un incomprendido, daba la impresión de que su talento inagotable no estaba preparado para ser lucido en estadios de postín. Le pasó en el Real Jaén y en el Linares. Los dos grandes del fútbol jiennense no acabaron de explotar todo su potencial. "En el Jaén era un chiquillo. Cuando ascendimos a Segunda, era normal que no me renovaran. Lo del Linares sí es verdad que nunca lo entendí. No supieron valorarme", dice con cierto desapego, pero sin rencor.

Sin embargo, el fútbol es terreno abonado para juicios sumarísimos y entierros precipitados. "Más de uno me dio por muerto. Pensaba que no llegaría lejos, que me quedaría estancando. Pues no fue así. Seguí luchando desde abajo", insiste el futbolista de La Puerta, cuyo espíritu combativo es infranqueable. 

Es el máximo ejemplo de que en el fútbol, como en la vida, hay que pelearlo todo noventa minutos más el descuento. Nunca se ha dado por vencido, ni cuando pasaba de héroe a villano porque una diablura suya era censurada por la grada por exceso de individualismo. Ese aire anárquico que ha marcado su carrera se ha ido moldeando conforme subía escalones en este deporte. Fue en el Atlético Mancha Real donde el porteño encontró la paz interior y la madurez suficiente para destapar el tarro de las esencias. "Me trataron de maravilla. Para mí, el Mancha Real es el club más grande de la provincia. Siempre les estaré agradecido a su directiva y a la afición", destaca.

Elady conformaba una pareja letal con el tinerfeño Airam Benito. El conjunto entrenado entonces por Juan Arsenal se mantuvo a flote en Segunda B gracias a sus goles. En el mercado de invierno, el Real Murcia llamó a su puerta con una oferta irresistible que no pudo rechazar. Su carisma y calidad no tardaron en encandilar a la exigente hinchada de la Nueva Condomina. Con el conjunto pimentonero se quedó a un paso del fútbol profesional.

Tras su salida del club pimentonero, se marchó lejos, muy lejos, al KS Cracovia polaco. Solo estuvo un mes en el extranjero. No se aclimató a su nuevo destino, decidió volver sobre sus pasos y firmar por el FC Cartagena con un contrato de dos años de duración. De nuevo, Elady pasaba de héroe a villano para su anterior hinchada -la eterna rivalidad entre Murcia y Cartagena o Linares y Jaén-. "Como futbolista tienes que aguantar muchas cosas. Pero debes ser valiente", subraya.

El pichichi del Grupo IV de Segunda B vive un momento dulce. Lleva quince goles y quiere más. Tiene la confianza que necesita un deportista para alcanzar las metas por muy altas que parezcan, pero siempre con los pies en el suelo. "Tener éxito no me va hacer cambiar. No se me sube a la cabeza. El fútbol tiene una cosa muy mala: que hoy eres Dios y mañana no eres nadie. Hay que mantener una estabilidad", advierte un Elady Zorrilla al que le sonríe la vida y sueña con ascender a la División de Plata. "Sabemos que es complicado. Nos quedan ocho finales por delante y vamos a pelearlas a muerte para acabar primeros y luego luchar por el ascenso", apostilla convencido.

Fotos: FC Cartagena

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