Expoliva abre las puertas de la dinamización económica

Su Majestad el Rey inaugurará, el miércoles, la XX edición de la Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, “Expoliva”

Todo está a punto para que la cita más importante del sector olivarero abra sus puertas en la capital del Santo Reino. Después de tener que ser retrasada como consecuencia de las restricciones derivadas por la crisis sanitaria de la Covid-19, la cita se viste de largo con la presencia de su Majestad el Rey, que será el encargado de inaugurar la XX edición de la Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines.

Será el próximo miércoles 22 de septiembre, a las 11:00 horas, cuando acuda a Expoliva, una cita que se celebra en Ifeja, del 22 al 25 de citado mes. Según el protocolo establecido, a su llegada saludará a las autoridades y realizará un recorrido por los diferentes pabellones de la muestra oleícola que supone la apertura de las puertas de la dinamización económica. Y es que más allá de lo que se muestre durante los cuatro días que dura la cita, supone una importante inyección económica para la capital y los municipios aledaños.

Expoliva 2021 registrará una ocupación del cien por cien con la participación de 266 stands y la presencia de 18 países. Los 266 expositores directos que tomarán parte ocuparán más de 13.300 metros cuadrados, que es todo el espacio disponible este año para la feria comercial. Del total de estands, 28 acogerán a empresas internacionales de una decena de países.

Más allá de los expositores directos, en esta vigésima edición de Expoliva también habrá presentes 950 empresas, 4.500 marcas estarán representadas y se contará con la asistencia de representantes de 18 países, 12 comunidades autónomas y 25 provincias españolas. Una de las consecuencias más directas de esta notable presencia de firmas es la prácticamente completa ocupación de los hoteles de los aledaños. Tanto es así que los establecimientos hoteleros de la ciudad ya no tienen plazas, y los visitantes son derivados a Torredelcampo, Úbeda, Linares, Mancha Real o Bailén.

Para hacerse una idea del impacto, en términos económicos, ha sido la mayor de las expansiones producidas. Ha pasado de casi siete millones de euros en 1983, en aquel entonces expresado en pesetas, hasta alcanzar los más de 600 millones de euros en la última de las ediciones, la de 2019. El volumen de negocio se divide en dos apartados fundamentales, el impacto directo y el efecto inducido por la feria.

En cuanto al impacto indirecto, este es de aplicación plena en la ciudad, la provincia, provincias limítrofes…; pues proviene de la influencia que la feria tiene sobre la economía colateral. Es decir, sobre el resto de servicios adyacentes, hostelería, restauración, tiendas de cercanía y centros comerciales, trasporte público, empleo directo necesario para la adecuación y preparación del recinto ferial y los stand de los expositores, y la actividad propia vinculada de forma plena con el evento, su diseño, desarrollo, entorno de desarrollo y posterior desmantelamiento, etc.

En este caso para la última edición dicha cifra alcanza casi los 13 millones de euros. Todo un empuje de liquidez y solvencia para la economía, no solo local, sino del entorno, y que revierte de forma directa e inmediata en todos y cada uno de los ámbitos implicados.

En segundo orden, y dentro de la cifra global, está el denominado volumen de negocio real en combinación con el inducido. Durante la última edición, las estimaciones de dicho importe superan los 595 millones de euros. En este volumen se aglutinan tanto el negocio directo cerrado en la feria, entre las compañías visitantes y los expositores, como el generado entre las distintas compañías visitantes entre sí, o el realizado entre los expositores, también unos con otros.