"Podemos entregar mucho flamenco al mundo"

La tercera edición del festival Ciudad de Jaén pone a la capital en el centro del mapa internacional del arte jondo 

Antonio el Tabanco rezuma amor al flamenco cuando habla, cuando respira y hasta cuando se calla, con ese silencio suyo que parece el tránsito de una soleá a su remate. Jiennense del barrio de San Juan, donde hasta la campana de la Torre del Concejo suena a yunque siriguiyero, es el 'alma mater' de un festival que, desde hace tres años, da el mejor de los cantes en el panorama jondo actual con una apuesta cualitativa que no entra en conflicto con la tradición, no... Lo suyo es que clasicismo y vanguardia confluyan hacia un mismo objetivo: poner en valor este arte.

Con estos mimbres, el bailaor y el resto de la organización del festival celebran el Día Internacional del Flamenco con sus dos largas vísperas y hasta el día posterior (desde mañana jueves hasta el próximo domingo, 17 de noviembre) como una juerga gitana de las buenas, de esas que solo las termina el sueño. En 2019, su tercera edición, la cita crece en ambición y mira a los más jóvenes, aficionados potenciales. 

"La verdad es que el cartel de este año sobre todo va dirigido a la juventud, hemos querido que las nuevas generaciones se acerquen al flamenco, porque tradicionalmente, en Jaén, se vive desde una perspectiva mucho más seria, más antigua, con un flamenco tradicional, que por supuesto es parte de nuestra base; pero también hemos querido que los espectáculos se abran mucho más a los públicos que ven el flamenco un poco más lejano, y por eso precisamente traemos a gente joven", aclara el Tabanco.

INTENSO PROGRAMA

Sí, la programación del festival tiene un claro componente de vanguardia, de riesgo, que la organización 'compensa' con un broche que no es sino un viva a la tradición. 'Olé', diría un cabal. Masterclass, talleres, un flashmob, actuaciones... "Los tres espectáculos son de primer nivel", sentencia.

La agenda se abre por la página hoy mismo, a eso de las cinco de la tarde (hora lorquiana donde las haya), con una clase magistral de la bailaora mexicana Karen Lugo, en las instalaciones de la academia que el Tabanco dirige en el casco antiguo jiennense, a cuatro pasos de su barrio natal. 

La masterclass a cargo de la Lugo tiene réplica el viernes, en el mismo sitio y a la misma hora, como cantaba Chiquetete por sevillanas. Prólogo brillante para la actuación que la artista y los suyos ofrecerán, a partir de las diez de la noche, en el Darymelia. 

"Lugo viene con Juan Debel, Marc López y Víctor Guadiana, una formación que son cuatro personas de primer nivel del flamenco pero que no traen ningún espectáculo cerrado, tenemos la primicia en Jaén de que ha sido a medida, nosotros les hemos pedido que se junten y nos hagan un espectáculo precisamente para el festival; esas cosas las hacen en festivales muy fuertes, como el de Mont de Marsan, y queríamos experimentar con esa parte porque sabemos que es una cosa bonita para que se haga también en Jaén".

El sábado es día para aprender (bien mirado, todos lo son) y las puertas de la escuela de arte de la calle Martínez Molina se abrirán para enseñar. Primero compás, eso tan difícil pero que parecerá lo más sencillo del mundo de manos del propio Tabanco, a las doce del mediodía; a las cinco, Erica Da Silva será la maestra de un singular cursillo de mantón y abanico, idioma antiguo que la bailaora y profesora pondrá al alcance de los dedos aprendices. 

A las diez de la noche, otra vez el Darymelia (evidencia de apoyo municipal a esta cita flamenca) será escenario de una peculiar propuesta, Night in Utrera, del saxofonista y flautista cordobés Sergio de Lope basado en su trabajo homónimo: "Un disco que ya tiene un par de años en el mercado y que se grabó precisamente en directo, por eso nos gustó la frescura que tiene ese disco, utilizando lo que es la instrumentación fuerte de la flauta, del bajo eléctrico, la batería, llevando de esa manera un poco más el flamenco a la gente joven, a los nuevos oídos", apostilla el Tabanco quizá sin darse cuenta de que acaba de labrar un verso que derrocha música, "los nuevos oídos".

A más de uno se le hará corto el festival cuando se plante ya en pleno domingo, que las previsiones apuntan fresquito, por cierto, y hasta puede ser que pasado por agua. Menos mal que dentro de la Escuela de Arte de el Tabanco no llueve, o como mucho llueve pellizco, hondura, y eso no moja, por mucho que empape hasta el tuétano. Allí, la sevillana Pastora Galván (toda una figura) impartirá la última masterclass de esta edición, a mediodía. 

¡

Si el tiempo no lo impide (porque el permiso de la autoridad se les supone), el Tabanco, los suyos, artistas, gente de la calle... se unirán a las tres de la tarde, ante la fachada de la Catedral jiennense, en un sugestivo flashmob que es ya un clásico de esta cita: "Un año antes de que empezara el festival ya conmemoramos el Día Internacional del Flamenco reuniéndonos ahí ese día. Realmente es una excusa para juntarnos todos con una misma coreografía, bailarla juntos y gritar un 'viva el flamenco y un viva Jaén' bien alto, para que se escuche bien y que el pueblo participe. Ojalá que llueva café en el campo, no en la Plaza de Santa María. En caso de que la lluvia se apunte al festival, esta iniciativa se trasladará al sábado, a partir de las dos de la tarde.

La clausura del festival tendrá un broche reivindicativo, intercultural, cosmopolita. Sí, será el teatro Infanta Leonor, ese día, una gran coctelera de acentos que derramará un solo sabor, el del flamenco. De Jaén al mundo, en palabras de Antonio el Tabanco, exaltará el carácter internacional del festival que ha tomado por sí mismo, pues hace que venga gente de todas partes del mundo: desde Italia, de Noruega..., y este año nos acompaña una formación finlandesa, que se llama Flamenco Finlandia, desde Helsinki".

Se trata, asegura el bailaor, de poner en común sobre un mismo escenario las diferentes maneras o ideas que tienen del flamenco en otras zonas del planeta: "En los países nórdicos incluso se puede hablar ya de un flamenco nórdico, un estilo propio, con Elina Robinson a la cabeza", asegura. Y concluye: "Queremos mostrar que Jaén puede entregar mucho flamenco al mundo y viceversa, se pueden enriquecer unos de otros".

Como invitada, una pequeña cuya estatura artística que apunta alto, Triana la Canela, acaso la más mediática de las bailaoras que comparezcan estos días en el Jaén jondo tras su paso por un 'talent show' televisivo. Y en el capítulo de tributo, que año tras año cultiva el festival, un clásico de aquí, Eduardo Martínez, 'Niño Jorge', que recibirá la emblemática silla flamenca de la cita en reconocimiento a "una trayectoria indiscutible": "Los reconocimientos hay que hacerlos en vida y con salud, cuanto todavía dan un empuje hacia adelante", concluye el impulsor de la iniciativa.

Hasta una hora antes del comienzo de cada espectáculo pueden comprarse las entradas para no perdérselos, si no se hace antes en la propia Escuela de Arte el Tabanco o en Entradium.com "A todos nos han cantao / en una noche de juerga / coplas que nos han matao", escribió el mayor de los Machado, Manuel. Matar, sí, pero de gusto es lo que promete el Festival Internacional de Flamenco Ciudad de Jaén.