Bedmarenses en Cataluña, o cuando la distancia no es el olvido

Un buen número de hijos del municipio se agrupa en una asociación que, lejos de cultivar la nostalgia, mantiene estrecho contacto con sus raíces

Naranjito de Triana, el gran cantaor fallecido en 2002, cantaba en una petenera: "Pobre del que se va lejos, / nadie se acuerda de él, / porque el corazón olvía, / porque el corazón olvía / cuando los ojos no ven. / Por muy lejos que te vayas / yo nunca te olviaré" //.

Que ni pintada, como si la hubiese concebido en una de las múltiples citas que organiza la Asociación Cultural Andaluza Hijos de Bedmar en Cataluña, todo un ejemplo de cómo darle la vuelta a la nostalgia para convertirla en contacto continuo, en actividad y, de esta forma, mantener vivos los lazos sentimentales entre quienes tuvieron que marcharse lejos y sus raíces. 

"Estamos muy orgullosos de representar a una comunidad que ha sabido integrarse en otra cultura, la catalana, sin perder su identidad propia ni renunciar a sus raíces. Solo esto ya vale la pena", expresa el secretario del colectivo, José Antonio Serrano Cózar, a Lacontradejaén. 

Y es que desde aquel año 2006 que los vio nacer, el número de socios ha ido en aumento hasta alcanzar los actuales 133, con el fin principal de "promover encuentros y actividades que conduzcan a un mejor conocimiento de Andalucía y Cataluña", por muy cuesta arriba que se pongan los más de ochocientos kilómetros que separan ambas comunidades autónomas.  

"Trabajamos por la cultura y la solidaridad entre todos los que formamos la asociación y por mantener las costumbres y usos de nuestro pueblo, Bedmar", aclara Serrano, que da fe además de la nutrida agenda que despliega el grupo. 

Sí, lo mismo celebran el Día de Andalucía o las fiestas principales del año, como la Navidad, con aires de su tierra natal que se presentan en su amada Bedmar cargados de poemas para participar en una semana cultural que se ha convertido ya en cita ineludible de sus veranos. 

"También tenemos El Encuentro (vamos a por el XVIII), donde hacemos un homenaje a nuestra patrona la Virgen de Cuadros y celebramos con una comida con todos los bedmareños que quieran asistir. Usualmente viene el alcalde de Bedmar, siempre que sus obligaciones lo permitan", indica. 

La Candelaria, desplazamientos a residencias de ancianos, convivencias con otros colectivos, conciertos a cargo del coro de la asociación, presentaciones de libros o visitas como la que, hace apenas unos días, cursaron al centro PaleoMágina...

Dicen que la distancia es el olvido, o eso canta el bolerazo, pero está claro que a los bedmarenses que tuvieron que irse no les cuadra esa letra, vaya que no.