Cien euros de multa por no llevar mascarilla: la "nueva normalidad"

El Gobierno y la Junta regulan las nuevas obligaciones con vistas al fin del Estado de alarma y que perdurarán hasta que exista una vacuna

El próximo 21 de junio terminará el Estado de Alarma. Lo hará coincidiendo con la entrada del verano, una estación del año que los jiennenses recibirán pasando a la última fase de la desescalada, la denominada "nueva normalidad". Una forma de vivir diferente a la de hace unos meses y que ha llegado para quedarse. Gobierno y Junta han regulado las obligaciones que regirán hasta que exista una vacuna o un tratamiento contra el coronavirus. De esta manera, las mascarillas han llegado para quedarse y quien pensara que en pleno agosto, con 40 grados a la sombra, no había que ponérsela, se equivoca. Hay que hacerlo o, de lo contrario, recibirá una multa de 100 euros.

El real decreto ley que sienta las bases que regirán en la "nueva normalidad" mantiene la obligatoriedad de las mascarillas en la vía pública, en espacios al aire libre y en espacios cerrados de uso público o que se encuentren abiertos al público, así como en los transportes. Y deberá ser en "condiciones económicas no abusivas". El incumplimiento de este artículo será sancionado con multas de hasta 100 euros y serán las comunidades autónomas y las entidades locales a las que les corresponderá las funciones de vigilancia, inspección y control.  

El Gobierno fija, finalmente, la distancia interpersonal en 1,5 metros y no en dos como estaban diciendo hasta ahora. Debe respetarse tanto en lugares abiertos como cerrados, siempre que no se porte la mascarilla. También se determina la obligatoriedad de observar las medidas de higiene que el ciudadano ya ha interiorizado, como es lavarse las manos de forma frecuente con jabón y durante 40 segundos.

Por otro lado, se considera al Covid-19 una enfermedad de declaración obligatoria urgente. Es decir, todo aquel que tenga el virus debe comunicarlo. Los servicios de salud garantizarán que, en todos los niveles de la asistencia, especialmente en la Atención Primaria, se le realizará a todo caso sospechoso una prueba diagnóstica por PCR u otra técnica de diagnóstico molecular, tan pronto como sea posible desde el conocimiento de los síntomas, y que toda la información se transmita en tiempo y forma.

Los establecimientos, medios de transporte o cualquier otro lugar, centro o entidad pública o privada en los que las autoridades sanitarias identifiquen la necesidad de realizar trazabilidad de contactos, tendrán la obligación de facilitar a las autoridades sanitarias la información de la que dispongan relativa a la identificación y datos de contacto de las personas potencialmente afectadas. Es lo que ocurrirá, por ejemplo, en los trenes o autobuses que pasen por varias provincias, que deberán conservar, al menos cuatro semanas, la lista con los nombres de los pasajeros. 

Por su parte, la Junta ha aprobado también el Plan de Vigilancia y Prevención de Brotes de Covid-19 en Andalucía. Se crea una  gran red de vigilancia que pondrá sobre aviso ante la aparición de cualquier atisbo de rebrote o circunstancia anómala. Esta estrategia tendrá como claves el diagnóstico temprano de casos, el seguimiento clínico de los pacientes infectados, la cuarentena y el aislamiento cuando sea necesario, el estudio del comportamiento de la enfermedad y una total transparencia.

En el caso de las administraciones locales, se promocionará la adopción de un sistema de vigilancia en aguas residuales para el seguimiento de material genético del SARS-CoV-2 como indicador temprano de transmisión del Covid-19, de conformidad con protocolos de muestreos, análisis y evaluación de resultados coordinados y conjuntados con la vigilancia epidemiológica.