La bienvenida (inclusiva) del 'Cándido Nogales' al presidente andaluz

Alumnos del centro capitalino, diferencial por sus proyectos sociales, reciben a Juanma Moreno con un mensaje en lengua de signos

Pasan las once de la mañana y todo está ordenado, al detalle, en el colegio Cándido Nogales. Está a punto de llegar el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, para inaugurar el curso académico 2023/2024. Hay una sorpresa prevista, marca de la casa en un centro que ha hecho de la inclusión su bandera, en toda la dimensión del término.

En el pasillo que da acceso al centro parte del profesorado está colocado en semicírculo. Y más al fondo, una hilera de estudiantes —todos con la camiseta blanca— reciben las últimas indicaciones de una profesora. El chico más a la izquierda lleva un micrófono y un folio. No parece nervioso.

Llega el presidente andaluz y reparte saludos con todos y cada uno de los profesores. Tras los flashes y dejando atrás una nube de medios, Juanma Moreno se percata de ellos, los chicos de blanco.

Entonces le dan los buenos días y articulan un mensaje en lengua de signos.

—Nosotros jugamos, aprendemos y nos divertimos. Somos un gran equipo —remata el grupo y luego recibe las felicitaciones de Moreno y el aplauso de todos los presentes.

Tal y como más tarde recuerda el líder andaluz, el colegio Cándido Nogales es una referencia en la materia, el único con nueve docentes y hora hora semana de lengua de signos en los clases de Infantil y de Primaria.

Moreno tiene también la ocasión de saludar conocer una maqueta del centro que estuvo en la Feria de la Ciencia. Dos alumnos le cuentan los pormenores del proyecto.

Y en esa misma sala, llena de ordenadores, el presidente descubre las inquietudes informáticas de algunos estudiantes.

—Vais a ser grandes programadores —augura.

Y antes de atender a los medios, Juanma Moreno pasa las preguntas de la cantera periodística de Jaén.

—Ha sido de las entrevistas más difíciles que me han hecho —dice, medio en broma medio en serio, en su intervención. Al términos, parte del alumnado y la directora Encarnación Santiago obsequian al dirigente con un cuadro con motivos de la capital.

Las capacidades del 'Cándido Nogales' han quedado una vez más al descubierto. La educación —siempre— marca la diferencia.