Rizos: "Quiero un Mancha Real competitivo en cada partido"

Manuel Moreno, "Rizos", afronta su primer desafío como técnico en la provincia con "ilusión" y "ganas de seguir progresando"

Manuel Moreno, "Rizos" (Linares, 1978), es un hombre de charla pausada, sin alborotos, ni mensajes grandilocuentes. En el banquillo se desenvuelve de la misma manera que en una conversación de café. Sigue los partidos con calma; a veces sentado en el banquillo, a veces de pie, pero siempre analizando cada pase, cada cambio de posición, cada movimiento... Eso sí se muestra firme y confiado ante su nuevo reto. "Mi principal objetivo es que el Mancha Real sea competitivo en cada partido. No me obsesiona especialmente la clasificación, sino que las cosas que trabajamos durante la semana se vean reflejadas en el terreno de juego", explica el flamante entrenador del Atlético Mancha Real.

Rizos, a quienes muchos colocaban en el Linares, llega al banquillo de La Juventud después de ganarse un nombre en el fútbol granadino, donde de la nada sacó petróleo de equipos de clase media, como el Huétor Tájar, al que no solo salvó del descenso en su estreno como técnico titular, sino que, además, sentó la bases del proyecto que lo ha llevado a disputar su primera promoción de ascenso a Segunda B de su historia, o el Huétor Vega, equipo al que ha dejado en categoría nacional con uno de los presupuestos más bajos de Tercera. La filosofía de Rizos es de fútbol, de toque, pero también de conceptos defensivos, de orden, de disciplina táctica con o sin balón. La manera de entender el fútbol de Rizos es global. "Lo que quiero es que los jugadores sepan interpretar lo que les planteo, desde un pase en largo hasta cómo contrarrestar un contraataque", señala.

Asume su etapa en el conjunto manchego con "ilusión" y como una oportunidad para crecer y progresar. No se marca un reto en concreto, más allá de competir cada domingo. Aunque nadie de la directiva se lo haya pedido, como es obvio, Rizos desea estar en la zona alta de la clasificación de un grupo que parte con un ramillete de equipos con un potencial económico y social superior al Atlético Mancha Real, como el Real Jaén, el Linares, los dos filiales, Atlético Malagueño y Almería B, el Antequera, el Motril, El Palo y el propio Huétor Tájar, a los que sumará, conforme pasen las jornadas, alguno más. "Esta Liga no va a ser cosa de uno, ni de dos, ni de tres equipos, sino de al menos diez. El potencial del grupo ha subido enormemente y todos van a querer estar arriba", subraya. Para él, la paciencia es la madre de todas las virtudes, por lo que lo mejor del Mancha Real se verá con el paso de los partidos. De lo que sí pueden estar seguros los aficionados verdes es de que Rizos exprimirá al máximo a cada uno de sus jugadores para que den lo mejor de sí. "Nuestra capacidad para estar a tope los noventa minutos de juego

Sobre la construcción de la plantilla, el entrenador de Linares se muestra satisfecho. La ha hecho a su imagen y semejanza, con la combinación perfecta de experiencia y juventud, y todos ellos con conocimiento del medio al que se enfrenta, es decir, la presión de los campos de Tercera. El Mancha Real ha realizado hasta catorce incorporaciones. Una plantilla totalmente renovada en la que sobresalen nombres como Óscar Quesada, Nando, Antelo, Sergio Torres, Garrio o Bauti, quien, después de barajar varias ofertas aceptó la del Mancha Real. "Tenemos herramientas, sabemos como hacerlo. Contamos con buenos jugadores, una gran afición y una estructura de club sólido, pero debemos tener los pies en el suelo y ser conscientes a lo que nos enfrentamos", afirma con contundencia Rizos, el nuevo inquilino del banquillo de La Juventud, al que la etiqueta de clásico del Grupo IX o recién descendido no le va a pesar en absoluto.