La psicosis vuelve a los supermercados, como en marzo de 2020

El temor a la subida de precios de la guerra y los "mensajes" sobre el desabastecimiento por la huelga de transporte vuelven a provocar compras compulsivas

—Estamos como cuando empezó la pandemia.

El trabajador del supermercado no quería opinar sobre lo que está ocurriendo. Sin embargo, la situación es evidente a simple vista. En las estanterías destinadas a las grasas no queda apenas aceite de girasol y el de oliva virge escasea. Todavía restan botellas de virgen extra y de orujo pero los huecos vacíos son más que visibles. Lo mismo ocurre con productos como las patatas fritas.

—Parece que son el 'nuevo papel higiénico'.

Es la broma que hace una de las clientas, que no alcanza a comprender por qué se compran tantas bolsas de patatas y botellas de aceite haciendo un paralelismo con lo que ocurrió en marzo de 2020 con el papel higiénico.

Lo cierto es que con una visita a varios supermercados entre el viernes y el sábado de esta semana se puede comprobar que la sensación de que hay que comprar y almacenar alimentos en casa ha vuelto a nuestras vidas. Esta vez no es como consecuencia de la Covid-19, ni por el estado de alarma, es por otra crisis.

En el sentir del ciudadano confluyen dos factores. Por un lado, la subida constante de precios motivada por la guerra en Ucrania. A ello se le suma el temor que escaseen algunos productos, como cereales o el propio aceite de girasol. Pero hay una tercera clave que ha entrado en juego: la huelga de transportistas.

En este punto se repiten escenas de hace justo dos años. Mensajes circulan en masa por las redes sociales y por la mensajería instantanea alertando de desabastecimiento. Y es que la convocatoria de un "paro nacional indefinido" a partir del próximo lunes 14 de marzo en el sector de los transportistas ha desatado el miedo. Circulan numerosos audios alertando de supuestos problemas de desabastecimiento de suministros.

La huelga la convoca la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte, pero no está secundada por el Comité Nacional de Transporte por Carretera, lo que hace pensar que el seguimiento no será tan masivo.