'American fiction': fuck the art

Hay contadas obras capaces de desnudar a un crítico y de recrear aquellos tiempos felices donde disfrutábamos un filme sin el cuaderno de notas

Hay cierto tipo de arte, tan escaso en estos tiempos, que sólo queda rendirse ante él pese a sus visibles defectos. Hay cierta clase de cine, que más allá de su calidad intrínseca, es capaz de suscitar un debate que trasciende su naturaleza. Y hablando en plata, hay películas que sin ser obras maestras, gustan más que pretendidas piezas de arte y ensayo —pienso este año en la sobrevalorada La zona de interés— y que además, provocan esa reacción involuntaria tan gozosa como inefable: la carcajada. Me refiero a American Fiction, obra a quien la crítica más intelectual no tendrá en cuenta por sus evidentes errores de guion y la simpleza de su forma. Tienen razón, aquí no hay vanguardia; no esperen encontrar un montaje creativo o una puesta en escena perfecta. Lo que si pueden hallar, sin embargo, es una reflexión lúcida y vitriólica sobre nuestra contemporaneidad que, de hilarante y ácida, produce esa digestión genuina y complicadísima que supone la risa atragantada.

No parece casualidad que Cord Jefferson, gionista negro cuya ópera prima constituye la mencionada American Fiction, sea el encargado de transmutar en lenguaje visual la obra literaria del posmoderno Percival Everett, también negro. Hay en el guion —virtud indiscutible del realizador citado anteriormente— un diálogo explícito e implícito con los creadores negros durante toda la cinta. Tanto en la trama, a saber, Thelonious, un escritor frustrado tanto con su propia vida personal como con su arte —si es que no es lo mismo— como en el subtexto. Hay un interrogante común que posibilita un debate propiamente interno —en el filme— y externo —con los espectadores—: ¿qué constituye una buena de obra de arte? A través del protagonista —Jeffrey Wright en pleno apogeo autoparódico— se suceden uno tras otro episodios de humor sofisticado, tanto que habría que remontarse a Woody Allen para hallar una comicidad similar; aquella que bajo el gag encierra un sinfín de elementos corrosivos y contraculturales, capaz de cuestionar tabús sin planteamientos reaccionarios. 

Podría hablar de un sinfín de escenas cuya potencia atraviesa el angosto marco del plano, pero sería revelar parte del carácter inaudito de la película. Podría también señalar lo innecesario del planteamiento trágico de algunos personajes que no acaba de casar con el sentido satírico de la obra. 

Pero sólo hay una cosa que quiero hacer y en plena consciencia subjetiva me corresponde. Reivindicar una obra de arte mayúscula, que no es contingente, es necesaria. Una película capaz de renunciar a los principios sustantivos del séptimo arte en pos de un discurso acuciante. Hay contadas obras capaces de desnudar a un crítico, de hacer que volvamos a disfrutar el arte sin nuestra petulante autoconsciencia, en definitiva, de recrear aquellos tiempos felices donde como espectadores disfrutábamos un filme sin el cuaderno de notas. Y como homenaje, frente a los planos infinitos, los montajes metafóricos o los trávelins pretenciosos, solo queda defendernos con ese título, conciso y procaz, con el que Thelonious da título a su cima literaria involuntaria. FUCK.

FICHA TÉCNICA

Título original: American Fiction

Año: 2023

Duración: 117 minutos

Director: Cord Jefferson

Nota en IMDB: 7,6

Nota en FilmAffinity: 6,8

Nota del crítico: 4/5

La película está disponible en Amazon Prime