Desbloqueadas por fin las obras de reforma del mercado

Comienza la primera fase de la rehabilitación de la plaza de frutas y verduras, donde serán ubicados los minoristas afectados por el derrumbe del Mercado de Santiago

Tras sortear más de un problema burocrático, la rehabilitación de la plaza de frutas y verduras para albergar a los minoristas afectados por el derrumbe del Mercado de Santiago, el pasado 11 de marzo, por fin comienzan. Lo hacen este jueves, después de que la Policía Local haya perimetrado la zona de obras y la empresa adjudicataria -Antroju SL- resolviera una última instancia con el plan de seguridad, rechazado, en un principio, por los técnicos municipales. Este ha sido la razón por la que la reforma acumula un mes de retraso.

La primera fase del proyecto se centrará, principalmente, en garantizar la estabilidad del edificio. No en vano fue clausurado hace cuatro años a causa precisamente de su deficiente estado. Así, la promotora fortalecera la estructura, el pavimiento y la cubierta. Una vez culminado este proceso, se procederá a su adecentamiento para que sea la nuevo espacio de los placeros.

El concejal de Obras, Joaquín Robles, prefiere ser cauto a la hora de ofrecer plazos sobre la conclusión de las obras, aunque el deseo del Ayuntamiento es que los minoristas regresen al mercado para la campaña de Navidad. "Esa es la idea, pero se trata de una obra de envergadura. Lo importante es que la intervención ha comenzado", remata. 

La mayor parte del edificio estará destinado a puestos, pero también habrá un espacio para actividades complementarias relacionadas con la gastronomía, similares a las que existen en otras plazas que tan buenos resultados están dando. Joaquín Robles ya ha informado a la abogada de los placeros de la adjudicación y de los trámites que se llevan a cabo para continuar con la reforma.

DE VUELTA A LA PLAZA CUATRO AÑOS DESPUÉS

Los minoristas regresarán al mismo lugar que abandonaron cuatro años antes debido a su precario estado. La plaza de abastos destinada a la venta de frutas y verduras, un edificio construido en la década de los ochenta entre la calle Baños y Santiago, echó el cierre definitivo a principios de diciembre de 2014 para trasladarse al Mercado de Santiago, conocido como el de carne y pescado. Cosas del destino o la mala fortuna, su estancia en el emblemático edificio ha durado más bien poco. Una ráfaga de viento de intensidad media bastó para destruir un monumento de Linares y más de treinta empleos vinculados a él. El derrumbe del centenario mercado de abastos de la ciudad a causa del temporal dejó sin actividad a una veintena de comerciantes que siguen exigiendo responsabilidades por la pérdida de el espacio en el que vendían sus productos. El portavoz del colectivo de minoristas, Tomás Vico, asegura que hay compañeros que lo "están pasando realmente mal", incluso algunos -dice- sufren una "fuerte depresión".