Últimos días para contemplar el proyecto del Teatro Cervantes

La iniciativa, dentro del ciclo Documento del Mes, permite contemplar la obra en el Banco de España hasta la conclusión de septiembre

El proyecto del Teatro Cervantes seguirá abierto a la ciudadanía hasta que concluya septiembre y estará disponible en el antiguo edificio del Banco de España, de lunes a viernes, de 09:00 a 14:00 gracias a la iniciativa Documento del mes.

Se trata de un diseño realizado por el malagueño Manuel Rivera Vera, quien resolverá el edificio con estilo modernista y con capacidad para más de 1.000 espectadores. Además, destaca la cúpula impresionante.

"Este proyecto de uno de los edificios más emblemáticos que existió en Jaén en el siglo XX pueda abrirse al público y sea conocido y admirado no solo por quienes lo conocieron, sino también por las generaciones actuales, como parte de nuestra historia, patrimonio y nuestro pasado", expresa en un comunicado María Espejo, concejal de Cultura.

UBICACIÓN PRIVILEGIADA

El edificio tuvo una privilegiada ubicación en la ciudad, situado en la manzana existente entre la plaza del Deán Mazas —zona de la actual calle Cronista Cazaban—, la calle Bernabé Soriano y la calle Puentezuela (actual calle Ignacio Figueroa), en los solares que ocupaban el Cuartel de Caballería de San Rafael y la antigua alhóndiga.

La necesidad de la construcción de un teatro en Jaén surge a raíz del incendio ocurrido durante la feria de agosto de 1904, en que la caseta destinada a bailes y representaciones quedó reducida a cenizas. La promoción del edificio corrió a cargo de la Sociedad Anónima Constructora de 1905, quien tomó la iniciativa con un presupuesto de 25.000 pesetas.

OBRA Y CIERRE

La construcción del Teatro Cervantes duró poco mas de un año, y la inauguración fue día 26 de septiembre de 1907 con la representación de las obras Sancho Ortiz de Roelas, de Lope de Vega, y Viejo Celoso, de Miguel de Cervantes, a cargo de la compañía Jiménez-Villagomez.

El teatro echó el cierre en el año 1967, y salió a subasta al año siguiente. El final llegó en 1972 con la orden de demolición, que se ejecutó sin que nadie lo remediara a mediados de 1975. Así quedó reducido a escombros uno de los más destacables edificios de la arquitectura civil del siglo XX jiennense.