Fuerza en la calle por el Centro de Santa Isabel

Las asociaciones de Santa Isabel, Gran Eje y Peñaméfecit lideran la manifestación vecinal que pide la reapertura del centro de día

En Santa Isabel no olvidan el prometido Centro de Día que aún sigue con las puertas cerradas. Esta mañana parte del movimiento vecinal ha respaldado la manifestación convocada por las asociaciones Sagrado Corazón de Jesús (Santa Isabel), Europa (Gran Eje) y La Guita (Peñamefécit).

El recorrido ha partido desde el propio espacio que aún dormita a la espera de un acuerdo entre las dos administraciones supramunicipales. "La Junta y el Ayuntamiento tienen que hacer una permuta de terrenos para que de una vez se abra", ha explicado a este diario Francisco Gómez, representante vecinal de Santa Isabel, antes de comenzar la marcha.

La federación OCO, encabezada Pepi Alcántara, ha estado presenten en la reivindicación, que ha continuado por la Glorieta de Blas Infante y el Gran Eje hasta desembocar en la Plaza de las Batallas. Según OCO, en torno a 300 ciudadanos han respaldado la protesta en la calle. También han estado presentes representantes de Podemos, JeC, Cs y del PSOE.

LA VOZ DE UNA VECINA MAYOR DE SANTA ISABEL

La representación jiennense de la plataforma de jubilados que piden dignidad en las pensiones del Estado han completado el recorrido. Una vecina de Santa Isabel ha leído una carta que ha hecho las veces de manifiesto. La mujer, de edad avanzada, narraba en la misiva las carencias que afronta en la coyuntura, y evidenciaba esa carestía en la imposibilidad de tener un espacio en su barrio para compartir momentos con amigas.

Han tomado la palabras Francisco Gómez, Chari Martínez e Isabel Navarro. Los tres han compartido forma y discurso: el centro de día debe ser abierto cuanto antes, porque es una necesidad en la zona, según han compartido en público.

Es la tercera manifestación que lidera OCO por el centro inactivo de Santa Isabel: la primera fue en verano de 2014, seguida por otra en octubre de 2016 enmarcada dentro de la campaña No puedo, no quiero verlo. La preocupación en el movimiento vecinal radica también en asistir al progresivo deterioro de las instalaciones, escenario incluso de robos, según ha denunciado OCO.