Lucky necesita grillos para dormir

La película Lucky, de John Carroll Lynch, ahonda con belleza en el sentido de la vida cuando ésta camina por los compases finales

Si quieren ver una película que les toque el corazón y que esté libre de excesos, vean Lucky (John Carroll Lynch, 2017). Es la historia de un hombre que ya ha dejado atrás casi todo, que vive cada día en soledad y de rutina y que aún así intenta aprender una lección antes de que llegue la inevitable amiga de la guadaña.

Harry Dean Stanton firma un papel exquisito, de los que desprenden cine de alto nivel, dando vida al protagonista, un señor que aprovecha las horas para desayunar siempre en el mismo sitio.

—No vales nada —saluda cada día el barman a Lucky cuando entra por la puerta.

Uno de los pequeños conflictos de la cinta lo vive un amigo de Lucky que ha perdido a su tortuga y está dispuesto a dejar la herencia a la mascota con la complicidad de un abogado. Ese señor enamorado del galápago, que comparte barra de bar con Lucky, está interpretado por David Lynch. Seguro que les suena.

El drama avanza con lentitud calculada, cada plano está al servicio de la historia y sobre todo de Harry Dean Stanton. Lucky va al médico y le dicen que está en perfectas condiciones. El problema, y así se lo confiesa a una vecina de la pequeña villa donde viven, es que tiene miedo. Por eso se compra un puñado de grillos. Para dormir mejor por las noches.

FICHA TÉCNICA

Título original: Lucky

Año: 2017

Duración: 88 minutos

Nota en IMDB: 7,3

Nota en Filmaffinity: 7,1

La puedes ver en Filmin