Los olivareros llaman a la sociedad a paralizar Jaén el 30 de enero

ASAJA, COAG y UPA, Cooperativas e Infaoliva retoman el calendario de movilizaciones para reclamar precios justos y piden el respaldo de la sociedad

EL ESPÍRITU DE LAS BATALLAS

No hay manera de que levante cabeza. Ni con una licitación de almacenamiento privado, ni con dos. El sector olivarero ya no aguanta más la situación. Vive en riesgo de "quiebra técnica" y las administraciones todavía no se ponen manos a la obra para adoptar medidas estructurales para afrontar un problema que no es puntual, sino coyuntural. 

A pesar de haber tenido una buena cosecha en 2018/19, los precios en origen durante el último año han hecho que no sea rentable. De hecho, en la primera semana de marzo de 2019 el precio en origen se encontraba en torno a 2,35 euros el kilo, lo que suponía una disminución del 28% respecto al mismo periodo del año anterior. A lo largo de 2019 no sólo no han subido, a pesar de estar recogiéndose una cosecha menor a la anterior, sino que se encuentran aún más bajos.

¿Qué más tiene que pasar para que se tomen medidas reales y efectivas? Es lo que se preguntan las organizaciones ASAJA, COAG y UPA, Cooperativas Agro-alimentarias e Infaoliva, que retoman el calendario de movilizaciones para reclamar precios justos. Tanto es así que el sector olivarero llama el día 30 de enero a paralizar la provincia. Todos han acordado dar un paso más para hacer acciones más contundentes. La primera de ellas será a finales de mes, cuando se echen a las principales vías de comunicación, eso sí, intentando causar el menor perjuicio a los ciudadanos. Vuelven al punto de partida, a Jaén, donde nació el "espíritu de las batallas", que después se trasladó a Sevilla y a Madrid, con una multitudinaria manifestación.

Hacen un llamamiento a la masiva participación en las movilizaciones. "Ahora más que nunca necesitamos el apoyo de toda la sociedad", demandan. Recuerdan que el precio del aceite comenzó a caer desde marzo del año 2018, tras una situación de lluvias inusuales y que, desde entonces, no ha remontado. Los márgenes de rentabilidad están muy comprometidos ya que, según diferentes informes de organismos nacionales e internacionales, por debajo de los 2,70 euros no es rentable el cultivo, especialmente el olivar tradicional, mayoritario en nuestra provincia.

El sector olivarero unido quiere poner freno a esta tendencia a la baja de los precios del aceite de oliva y que las administraciones pongan en marcha, de una vez por todas, los mecanismos legales que se encuentran a su alcance para conseguir una estabilidad en los mercados. Entre ellos, la actualización de los precios de desencadenamiento del almacenamiento privado (o la aplicación del supuesto de “graves perturbaciones del mercado”). Demandan la puesta en marcha de la extensión de norma a través de la Interprofesional del Aceite de Oliva, en la que está todo el sector, una eficaz medida de autorregulación que supondría una revolución al hacer obligatoria la retirada de aceite de oliva en campañas excedentarias a favor de campañas deficitarias; la lucha y prohibición de la venta a pérdidas; y la adecuación de la Ley de la Cadena Alimentaria, entre otras medidas.