¿Qué pasa con el pan de los hospitales?

Salud denuncia 65 incidencias con la empresa que suministraba víveres a los centros hospitalarios de Jaén capital ante las quejas de las panaderías artesanales

¿Qué pasa con el pan de los hospitales jiennenses? Desde la semana pasada hay un conflicto abierto entre la Asociación Provincial de Fabricantes y Expendedores de Pan y la Consejería de Salud. La alerta saltó la semana pasada, cuando el colectivo hizo un llamamiento para que enfermos y usuarios de los menús de los distintos hospitales presenten hojas de reclamaciones si consideran que el pan que se les sirve no cumple con los más básicos estándares de calidad.

En un comunicado, defendieron que las panaderías artesanas llevan mucho tiempo perdiendo dinero en su actividad y denunciaron que "cerrarles estas cadenas de suministro puede suponer ponerlas en jaque y hacerlas mucho más inviables de lo que ahora están siendo". Por eso, solicitó a la Consejería de Salud que reconsidere su postura para que vuelvan a ser las panaderías artesanales las que continúen suministrando el pan a los centros hospitalarios. La respuesta no se ha hecho esperar. 

En otro comunicado, Salud informa de que en los últimos 18 meses se registraron más de 65 incidencias con la empresa panificadora que suministraba víveres a los centros hospitalarios de Jaén capital (Médico-Quirúrgico y Neurotraumatológico). Fueron detectadas por los controles de calidad internos que lleva a cabo regularmente el Hospital Universitario de Jaén.

De esas 65 incidencias, 20 fueron catalogadas como “muy graves” y 45 como “graves” tanto por la autoridad sanitaria como por la normativa sanitaria vigente. "Al no mejorar la calidad de los productos suministrados, a pesar de requerírselo, se finaliza el contrato con esta empresa para evitar cualquier riesgo sanitario y se busca nuevo proveedor en la provincia de Jaén", continúa el escrito. 

Salud argumenta que las panaderías consultadas (16 empresas) no lograron alcanzar los requerimientos de calidad, variabilidad y seguridad alimentaria exigidos por los centros hospitalarios, sin que el precio del pan haya sido nunca una variable en la búsqueda. De ahí que, finalmente, la panadería elegida ha sido una empresa artesanal de la provincia de Málaga que utiliza los mismos ingredientes que cualquier otra panificadora.

El envasado de cada pieza, de forma individual, identificada, con descripción clara de sus características (blanco, sin sal, integral, etc.) facilita su utilización en las cintas de emplatado. Según la Junta, lo que no ocurría con la anterior empresa, que provocó más de 15 incidencias graves con cambio de etiquetado al mezclar tipos de panes con/sin sal... "Sin embargo, gracias a los controles de calidad internos del hospital no llegaron a suministrarse", advierte.

Para no perder sus propiedades, el pan ya cocido se transporta congelado desde la fábrica de Málaga al centro hospitalario, donde sigue un proceso específico de descongelación. Salud argumenta que el coste de este tipo de pan es superior al del local debido a los gastos de transporte y congelación de un producto de iguales características al pan artesanal cocido en el día, pues se trata de ese mismo pan al que se somete a un tratamiento térmico de frío.

En otro orden de cosas, recuerda que las panificadoras de los hospitales de Linares y de Úbeda mantienen sus estándares de calidad como hasta ahora, y siguen siendo suministradoras de pan a esos centros desde hace más de ocho años. Los panificadores locales que cumplen con la legislación sanitaria son la mejor opción para cualquier suministro.