Carrillo echa el resto para el techo de palio de la Trinidad

El pintor jiennense firma su primera gloria, un auténtico hito artístico en este tipo de piezas que marca un punto de inflexión respecto al formato tradicional

Le pasó a la hermandad sevillana del Sol en 2015 y le pasará a la jiennense del Cautivo en 2022. ¿Qué? Pues que si aquella marcó un punto de inflexión en la iconografía y el formato de los techos de palio hispalenses, la de aquí, la del barrio de Santa Isabel, hará lo propio cuando su Virgen de la Trinidad toque calle y todos los ojos se claven (como las 'espás' que cantaban Lole y Manuel) en la gloria pintada para el trono mariano por el artista Francisco Carrillo Rodríguez. 

Un auténtico hito creativo que para el reconocido pintor supone su primera incursión en este tipo de piezas y que inaugura, precisamente, con una de sus cofradías de cabecera:

"Soy hermano desde prácticamente su fundación, muchos de mis amigos han sido fundadores de y yo soy de los primeros cofrades. Siempre he tenido mucha vinculacion con El Cautivo", explica a Lacontradejaén. 

Con estos mimbres, cuando el colectivo estrene su techo de palio completo el próximo Miércoles Santo (si la pandemia y el tiempo no lo impiden) estará sumando al patrimonio pasionista jaenés una obra de primer orden cien por cien Carrillo:

"He trabajado la trilogía de la Trinidad y lo he hecho con la absoluta libertad que la cofradía me ha concedido, en ese sentido no he tenido ninguna imposicion, ha sido muy cómodo trabajar con ellos", celebra el artista. 

¿El resultado? Una sugerente "composición lineal" de nada más y nada menos que 1x1,20 metros que fue desvelada que dejó boquiabierto al personal en su presentación, el pasado viernes, con esa delicadísima rotundidad que caracteriza la producción de quien, por destacar solo algún logro de su amplio currículo, obtuvo el pasado octubre el prestigioso Premio Cerezo Moreno de Villatorres. 

Una pintura (explica su autor) "presidida por Dios Padre, la Trinidad en el centro y, debajo, Jesús sedente, con la novedad de que el Espíritu Santo, en forma de paloma, figura en las propias manos de Cristo", entre las que aparece, también, un ramo de olivo con un par de aceitunas ¿Más de Jaén...?

Todo ello en un celaje que ofrece una paleta cromática de cálidos a fríos y que, nada más desmontarse del paso de palio, convertirá la casa de hermandad del Cautivo en más museo que nunca. 

"Estoy muy contento, me agrada mucho que hayan confiado en mí, es una satisfacción. Es la Semana Santa de mi ciudad, de mi territorio, y me hace muy feliz como artista y como semanasantero que soy", confiesa, satisfecho, un cofrade pintor al que no le gusta que lo califiquen como un pintor cofrade.

Lo que le pasaba al gran José Nogué; sí, ese catalán enterrado por voluntad propia en Jaén que rubricó algunas de las mejores escenas de la Semana Mayor del Santo Reino, y sin figurar en el fichero de ninguna hermandad.