Esplendor gastronómico en Linares

Lalo Reyes y Rafa Bautista, separados en edad por menos de una década, representan el talento gastronómico más prometedor de la ciudad minera

El XVI Premio de Cocina con AOVE Jaén, respaldado por la Diputación, ha dejado una imagen significativa: dos cocineros de Linares en lo más alto. Lalo Reyes (Linares, 1983) y Rafael Bautista (Linares, 1991), primero y segundo del certamen, respectivamente, con los platos Pil Pil vegetal y aromas de un picual con trucha de Cazorla y La evolución de la pipirrana.

"Nos conocimos el día del fallo del concurso", reconoce Reyes, jefe de cocina de Los Sentidos, en Linares. "Es muy bueno para la ciudad abrir la oportunidad de un turismo gastronómico. Que la gente venga porque aquí se come bien", explica el restaurador en declaraciones a este periódico.

Reyes lleva entre fogones desde hace 16 años. Cuenta que lo suyo no era vocacional, a diferencia de su colega Rafa Bautista. "Yo es que de niño ya cocinaba. Mis padres me dejaban con una cuidadora con una base de cocina muy plana", recuerda el chef más joven, hoy en el Victoria Gastrobar de Barbastro (Huesca). "A mi padre sí que le gustaba cocinar, pero yo era bastante malo. Lo mío ha sido un proceso", apunta Reyes, quien llegó a la cocina después de ser camarero en diferentes establecimientos.

CANTERA DE LA LAGUNA

Ambos tienen en común la formación, pues fueron alumnos de la Escuela de Hostelería y Turismo La Laguna de Baeza. Allí, rozándose con compañeros y profesores, aprendieron y buscaron nuevos caminos. Reyes hizo las prácticas en Girona bajo la supervisión de los hermanos Roca, en el Celler de Can Roca. "Entonces tenía dos estrellas michelines. Hoy es el mejor restaurante del mundo", valora.

A Bautista, que cursó Pastelería y Cocina, le ofrecieron quedarse de prácticas en la escuela, pero declinó. Desde entonces hasta su actual puesto de trabajo, el joven ha trabajado junto con gigantes de la gastronomía como Pedro Sánchez, de Bagá, y Manuel de la Osa, de Las Rejas.

El horizonte se presenta halagüeño para los dos, que han elegido estar en territorio español aun cuando tiene posibilidades de salir fuera. Bautista ha rechazado becas con destino Alemania y Reino Unido. Reyes, que lleva media vida con su pareja y tiene un hijo, apuesta por quedarse en Linares. "En esto se aprende todos los días", dice, y agradece el respaldo de la Diputación en el certamen. "Busco mi madurez gastronómica. Fallo cada día. Se trata de apuntar qué funciona. Sabré qué cocinero soy con 40 ó 50 años", tercia Bautista. Antes de ese día, el presente: la gastronomía linarense vive un momento dorado.