SOS en busca de familias de acogida para los refugiados saharauis

El programa Vacaciones en Paz se realiza en la provincia desde 1992 y desde entonces cientos de menores han viajado hasta Jaén con las familias acogedoras

Seguro que alguna vez ha escuchado hablar del programa Vacaciones en Paz. Se trata de una iniciativa impulsada en 1992 para acoger a menores refugiados saharauis. Desde entonces, cientos de menores han venido a nuestras localidades con familias de acogida, en un intercambio cultural sin paragón. Este año lanzan un SOS.

La asociación Sáhara Jaén hace un llamamiento a las familias jiennenses para acoger este verano a menores refugiados saharauis. Llegarán a la provincia en un mes gracias al proyecto solidario Vacaciones en Paz, con el que se busca que los pequeños pasen el verano lejos de las temperaturas extremas del desierto y que tengan acceso a una dieta variada, revisiones médicas y mucha diversión.

A solo un mes de que el programa solidario comience, existe preocupación. "Necesitamos diez familias que quieran acoger los dos meses de verano. Es una experiencia que te cambia la perspectiva de la vida, un intercambio en el que se gana mucho más de lo que se ofrece", explica Franma Ruiz, presidenta de la asociación.

¿Qué se necesita para ser familia de acogida? Ganas de hacerlo, compartir y dar cariño a un menor. Legalmente, las familias tienen que estar libres de antecedentes penales y hacerse cargo del menor durante el verano. "Los niños son esponjas aprendiendo español y la relación que se establece a lo largo del verano es preciosa”, detalla la presidenta, que apunta a que en general las posibles familias de acogida tienen miedos que hay que quitarse, porque “estos niños se convierten en uno más de la familia", asegura.

Aunque generalmente las familias de acogida realizan actividades solidarias a lo largo del año para sufragar los gastos derivados de los desplazamientos de los menores, la asociación apoyará a las nuevas familias que se unan ahora a un mes de que empiece el programa. Solo hay que ser socio de la asociación (con una cuota de 50 euros al año) y hacer una pequeña sesión preparatoria con un psicólogo de la asociación para comprender en qué consiste el programa.
Además, a lo largo del verano las familias de acogida organizan convivencias y actividades para que los menores puedan compartir tiempo juntos y así compartir entre las familias esta experiencia de acogida.